Para tomarte un copazo, puedes quedarte por la zona de la Plaza de Listz, donde hay terrazas y locales muy bien decorados y muy chulos, pero si quieres salir un poco de lo elegante y conocer algo original te recomiendo el For Sale, donde el suelo es de paja y te ponen un cubo de cacahuetes, tiene música en vivo y puedes dejar alguna nota con chinchetas en la pared. Es un sitio muy pequeño pero a mi me encanta. Me parece de esos sitios con encanto. Tiene dos plantas, arriba se puede comer también. Está justo en frente del mercado de abastos de Budapest, no tiene pérdida, en el pequeño bulevar (es que Budapest es radial pero con dos bulevares en forma de semicírculo, lo verás en el mapa).
Vale la pena ir también al Café Nueva York, en el Hotel Boscolo, café elegantísimo a donde iba y va la jet-set húngara, sobre todo en la época en la que lo elegante de verdad era elegante y no vulgar. Te clavarán 5 euros por un café con nata, bola de helado y servido en bandeja de plata, total, el Starbucks vale casi lo mismo, pégate el gustazo de sentirte rico.
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